Durante el encuentro matutino con el Cardenal Tagle, el Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos habló sobre el desafío de hablar de Dios a nuestro mundo que es volátil, complejo y ambiguo. Nuestro mundo nos desafía a ser ágiles,incierto, comprensivos y auténticos en nuestra evangelización.  «En el testimonio de vida franciscano», compartió Su Eminencia, «me gustaría ver la frescura de las promesas bautismales vividas de forma alegre y sencilla».

El cardenal subrayó que el diálogo y la evangelización no se oponen, sino que el anuncio del Evangelio es más eficaz cuando se realiza de forma dialogada. Desafió a la Orden a desarrollar programas y módulos para la vida y la formación intercultural, incluyendo la evaluación de si estamos auténticamente en comunión con los pobres y cómo satisfacemos sus necesidades.

La evangelización de las culturas y el proceso de paz, según el cardenal, incluyen el desarrollo de la «inteligencia cultural», que implica nuestra propia conciencia de cómo nos afecta nuestra propia cultura, nuestra sensibilidad hacia las personas que nos rodean, que tienen sus diferentes expresiones culturales y necesidades, y, en última instancia, que nos convirtamos en puentes de diálogo y entendimiento. La inteligencia cultural incluye la capacidad de utilizar la tecnología y la inteligencia artificial como herramientas de evangelización.

Su Eminencia subrayó que el carisma de los religiosos es la vida consagrada, que los religiosos deben poner en primer lugar. Compartió su convicción personal de que la llamada a la vida religiosa masculina no es en primer lugar una llamada al ministerio clerical ordenado, sino más bien «un testimonio de vida comunitario que es muy necesario en la Iglesia, sin realizar las exigencias normales de la vida ordenada». Existen formas distorsionadas de clericalismo, dijo, en las que el sacerdocio se equipara con el poder y la autoridad.

Siguiendo el tema de la Evangelización del Cardenal Tagle, en la sesión de la tarde se presentó el Informe del Secretario General de Misiones y Evangelización por el Hermano Alonso Morales Duque y el Hermano Valmir Ramos. El hermano Alonso destacó la necesidad de que el próximo gobierno elabore unas directrices para la Orden en forma de Ratio de la Evangelización. También propuso que cada Entidad tenga un Proyecto de Evangelización fraterno concreto, como eje de todos los hermanos y comunidades de las Entidades.

El hermano Alonso compartió su visión de una evangelización inculturada en la que el evangelizador reconoce la presencia y la obra preexistente del Espíritu Santo, participa en la comunicación de la Buena Noticia a través de la celebración, y se compromete con las leyendas, el arte, la poesía, los cantos y las danzas de los pueblos. También puso de relieve el ejemplo de San Pablo, que creó y acompañó a las comunidades que impulsaran la labor de evangelización. «Ya no tenemos 50.000 púlpitos como en el pasado», declaró el Hermano Alonso, «pero tenemos muchas más oportunidades para la Evangelización a través de las personas con las que trabajamos, incluidas las mujeres, los jóvenes y los pobres».

Tras la presentación, los capitulares continuaron trabajando en grupos lingüísticos sobre las directrices de la Orden en la actualidad, y sobre el tema de la Misión y la Evangelización.

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